Tú más que nadie,
entiendes el dolor ajeno, el dolor que siento y que sientes.
Gracias por existir y
haberte encontrado en el mismo camino.
A ti puedo quizás
hablar de ese amor puro que se llama ágape, que Dios dota no a todos.
Eres afortunadamente una
de pocos que quedan, cuales se han extinguido
Tu sabes las redes
que se entretejen no a todos se siente ese vibrar de amistad sincero
Que se siente aun
sentado frente a la máquina que no siente, pero transmite por artes
Desconocidas la
sensación de que me tecleas en paz, con armonía, sintiendo quizás tus
Valores que traspasan
todo entendimiento.
Gracias amiga aún
existes, eso es ganancia.
Mantente como siempre
dando lo mejor a los tuyos, esa pasión
que
Desbordas en el poro
del ordenador, no sé si existe pero yo siento ese vibrar como algo especial
Que llena e inunda
todo mi ser de paz, de alegría y esperanza.
El saber, sentir que
existimos aun en las grandes distancias dentro del universo y en nuestra
inquieta mente.
Aun puedo contar con
alguien que me puede entender
Sin más que la propia
verdad del dolor común, de la desesperanza.
Que se torna en
esperanza, fe y amor.
Gracias amiga mía.
San Cristóbal de las
Casas, Chiapas; México.
Septiembre de 20doce.