sábado, 16 de noviembre de 2013

En memoria



Superviviente
(al padre terrenal como ejemplo de vida).
Quizás para la gente tan solo fuiste otro seudónimo común.
Revisando la historia me encuentro que tu nombre pertenece a un legado de Reyes y corrientes arquitectónicos en el mundo.
Sé que eso, nada fue importante para ti.

Emergiendo de lo común y corriente del mundo ordinario, mundo del cual con sabiduría hiciste a un lado, para tomar por legado la sabia palabra del Dios Altísimo, que te apropiaste de ese conocimiento, de esa revelación que no asentiste por alto.
Contrario a eso tomaste con humildad; sabiendo, denotando que ese era el camino a seguir.
Razón tenían los siervos que te visitaron en tu lecho, en ese cuerpo ahora inanimado, mencionaban que fuiste ejemplo a seguir el cual construiste ¡la fe sobre Roca solida!, fe que no se quebrantó, ni se doblego en tiempos de angustia, ni aun ese día fatídico para mí y otros no pocos.
Para ti, ese no fue un día funesto sino todo lo contrario, fuiste de tantos el elegido para estar cerca, cerquita de Dios, para seguir glorificando la soberanía del insuperable que un día conociste con acierto.
Mi entendimiento aun no acepta tu partida repentina, siento que faltaron cosas que decirte, que decirme; creo  y sé también que no puedo contravenir la voluntad del eterno. Por eso construido fue tu destino, destino trazado por el mismo dedo de Dios, que florecerías como su Siervo preferido, al darte el honor de difundir su nombre por donde anduviste, por donde fue necesario, sin amilanar ni un instante, a todos y para todos hubo palabra de Dios, y se ahora que anduviste con orgullo junto al Señor de Señores.
Ahora que haz partido al encuentro con tu Salvador nos dejas una tarea, una gran enseñanza, en ser tú el ejemplo familiar, de las generaciones venideras.
Los que te intimamos usaste la verdad y solo la verdad para crear la certeza de muchos, muchos hemos flaqueado en nuestro transitar con Dios, pero tú, ni un instante dudaste ni  por asomo de la existencia del Dios no conocido.
Tomaste con valentía la espada del saber, te cubriste con la coraza de justicia, hiciste tuya el yelmo de la salvación, arrebataste con gran osadía las bendiciones que te correspondían por antaño las promesas de Dios en tu vida.
No cabe ni la menor duda que Dios te bendijo con abundante Gracia, y ese don maravilloso que el Padre te regalo, distes a diestra y siniestra sin escatimar nada. Por eso vi la paz de tu sonrisa que esbozaste en tu tálamo de muerte, muerte que junto a Cristo es ganancia.
Recapitulaba y me preguntaba ¿Cómo hiciste para no flaquear en todo momento?  ¡He aquí la respuesta! Tu fe verdadera en lo que creíste hizo posible al hombre ejemplo. Si eres un ejemplo para tus hijos, tus hijas, tus yernos, tus nueras, tus nietos y bisnietos, toda una generación que te dice ¡Hasta pronto padre!
Tú ya pasaste a ser parte de los ángeles que adoran a Dios en su propio trono. Espero verte ahí, me falta culminar la carrera que un día enseñaste a mi vida.

Chendo
Abril ‘13


P.D. Gracias padre por tus oraciones y tus peticiones que siempre clamaste para mi bien, te agradezco de corazón con mucho, mucho amor. 
¡¡¡¡¡¡¡TE EXTRAÑO!!!!!!!
Manuel
1940-2013


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