Superviviente
(al padre terrenal como ejemplo
de vida).
Quizás
para la gente tan solo fuiste otro seudónimo común.
Revisando
la historia me encuentro que tu nombre pertenece a un legado de Reyes y
corrientes arquitectónicos en el mundo.
Sé que eso, nada fue
importante para ti.
Emergiendo
de lo común y corriente del mundo ordinario, mundo del cual con sabiduría
hiciste a un lado, para tomar por legado la sabia palabra del Dios Altísimo,
que te apropiaste de ese conocimiento, de esa revelación que no asentiste por
alto.
Contrario a
eso tomaste con humildad; sabiendo, denotando que ese era el camino a seguir.
Razón tenían
los siervos que te visitaron en tu lecho, en ese cuerpo ahora inanimado,
mencionaban que fuiste ejemplo a seguir el cual construiste ¡la fe sobre
Roca solida!, fe que no se quebrantó, ni se doblego en tiempos de
angustia, ni aun ese día fatídico para mí y otros no pocos.
Para ti, ese
no fue un día funesto sino todo lo contrario, fuiste de tantos el elegido para
estar cerca, cerquita de Dios, para seguir glorificando la soberanía del
insuperable que un día conociste con acierto.
Mi
entendimiento aun no acepta tu partida repentina, siento que faltaron cosas que
decirte, que decirme; creo y sé también
que no puedo contravenir la voluntad del eterno. Por eso construido fue tu
destino, destino trazado por el mismo dedo de Dios, que florecerías como su
Siervo preferido, al darte el honor de difundir su nombre por donde anduviste,
por donde fue necesario, sin amilanar ni un instante, a todos y para todos hubo
palabra de Dios, y se ahora que anduviste con orgullo junto al Señor de
Señores.
Ahora que
haz partido al encuentro con tu Salvador nos dejas una tarea, una gran
enseñanza, en ser tú el ejemplo familiar, de las generaciones venideras.
Los que te
intimamos usaste la verdad y solo la verdad para crear la certeza de muchos,
muchos hemos flaqueado en nuestro transitar con Dios, pero tú, ni un instante
dudaste ni por asomo de la existencia
del Dios no conocido.
Tomaste con
valentía la espada del saber, te cubriste con la coraza de justicia, hiciste
tuya el yelmo de la salvación, arrebataste con gran osadía las bendiciones que
te correspondían por antaño las promesas de Dios en tu vida.
No cabe ni
la menor duda que Dios te bendijo con abundante Gracia, y ese don maravilloso
que el Padre te regalo, distes a diestra y siniestra sin escatimar nada. Por
eso vi la paz de tu sonrisa que esbozaste en tu tálamo de muerte, muerte que
junto a Cristo es ganancia.
Recapitulaba
y me preguntaba ¿Cómo hiciste para no flaquear en todo momento? ¡He aquí la respuesta! Tu fe verdadera en lo
que creíste hizo posible al hombre ejemplo. Si eres un ejemplo para tus hijos,
tus hijas, tus yernos, tus nueras, tus nietos y bisnietos, toda una generación
que te dice ¡Hasta pronto padre!
Tú ya
pasaste a ser parte de los ángeles que adoran a Dios en su propio trono. Espero
verte ahí, me falta culminar la carrera que un día enseñaste a mi vida.
Chendo
Abril ‘13
P.D. Gracias
padre por tus oraciones y tus peticiones que siempre clamaste para mi bien, te
agradezco de corazón con mucho, mucho amor.
¡¡¡¡¡¡¡TE
EXTRAÑO!!!!!!!
|
Manuel
1940-2013
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario